Durante la Segunda Guerra Mundial, Barcelona fue mucho más que una ciudad sometida a la posguerra franquista. Pocos saben que se convirtió en un lugar estratégico para quienes huían del nazismo. Desde sus calles, sus cafés y, sobre todo, desde la Estación de Francia, partieron rutas clandestinas hacia la libertad. Rutas que cruzaban los Pirineos y que eran posibles gracias a redes de hombres y mujeres anónimos que, con valentía, arriesgaron todo para salvar vidas.
En mi libro Estación de Francia. Lo que mi padre nunca contó recupero esa parte de la historia silenciada. No sólo a través de archivos y documentos oficiales, sino también desde la memoria íntima: la de mi propio padre. Él formó parte de esas redes de ayuda y, sin embargo, eligió callar durante toda su vida. Escribir este libro ha sido un viaje al silencio familiar, a las preguntas sin respuesta, a las huellas que dejan tanto lo que se cuenta como lo que se oculta.
Hoy quiero que este espacio sea más que una simple presentación de un libro. Me gustaría que se convierta en un lugar de encuentro y diálogo sobre memoria, resistencia y transmisión. Muchas familias guardan secretos, silencios o historias apenas susurradas sobre aquellos años. Compartirlas nos ayuda no sólo a entender nuestro pasado, sino también a pensar en el presente y en el futuro.
Por eso, os invito a leer, a compartir y a escribirme. Porque las historias, cuando se cuentan, dejan de pertenecer solo a una persona y pasan a formar parte de todos. Y quizás, entre todos, podamos dar voz a lo que nunca se contó.
Lydia Ramis Suñe
Es una oprtunidad para felicitarte por la publicacion del libro y que este espacio sea un espacio de conversacion. El relato es tambien emocionante y tambien trae una vista de una epoca tan oscura que la luz que sale de tu libro ilumina y da esperanza. Gracias .